Imagen
que preside la Parroquia de San Sebastián – Mediados del siglo XX
Obra del imaginero cordobés Juan Martínez Cerrillo
Obra del imaginero cordobés Juan Martínez Cerrillo
Montilla
Poco se puede
probar históricamente acerca de San Sebastián, más allá del martirio que
sufrió.
Del trabajo
sobre él realizado por la profesora Helena Carvajal González, de la Universidad
Complutense de Madrid, Dpto. de Historia del Arte I (Medieval), 2015, titulado San
Sebastián, mártir y protector contra la peste (https://www.ucm.es/data/cont/docs/621-2015-06-03-San_Sebasti%C3%A1n.pdf), extraemos lo siguiente:
"Sebastián fue,
según la tradición, un santo oriundo de Narbona y criado en Milán que llegó a
ser centurión de la primera cohorte romana en época del emperador Diocleciano.
Por animar a sus compañeros de armas a aferrarse a la fe cristiana fue condenado
a morir atado a un árbol y asaeteado, aunque sobrevivió a este martirio. Tras
recuperarse de sus heridas, asistido por una dama romana llamada Irene, viuda del
mártir Cástulo, Sebastián volvió a interpelar al emperador, quien ordenó que
fuera apaleado hasta morir. Su cuerpo fue arrojado a la Cloaca Máxima pero el
propio santo se apareció a santa Lucina para pedirle que le diese una adecuada
sepultura.
Según Guibelli, posiblemente
fue martirizado entre 303 y 305, coincidiendo con una serie de edictos contra
los cristianos.
Su gran
importancia en la Edad Media radica en que, por su primer martirio, se le consideró
uno de los principales protectores contra la peste, enfermedad que tradicionalmente
se relacionaba con una lluvia de saetas. También era patrón de oficios
relacionados con el hierro y las flechas, como los arqueros, ballesteros,
tapiceros, o vendedores de este metal.
La fuente más
antigua conservada sobre el martirio de San Sebastián es la Depositio
martyrum, redactada hacia mediados del siglo IV, en la que solo se constata
el nombre del mártir, su lugar de enterramiento en las catacumbas y la fecha de
su festividad, el 20 de enero.
En el Comentario
al salmo CXVIII, escrito en el siglo IV, san Ambrosio arzobispo de Milán
señala su origen en Narbona en una familia cristiana, su infancia en Milán y su
traslado a Roma.
La presencia de
San Sebastián en el arte medieval de la Europa occidental es frecuente y
abundante en toda su extensión cronológica y geográfica, si bien, por su carácter
de protector contra la peste, será especialmente relevante en los últimos
siglos de la Edad Media, coincidiendo con las principales plagas de la
enfermedad durante el XIV y XV, prolongándose su relevancia a la Edad Moderna.”
GOZOS DE SAN SEBASTIÁN
En multitud de lugares se cantan a San Sebastián los llamados "gozos", tan variados como los sitios donde se cantan. Los gozos son una composición poética en loor de la Virgen o de los santos, que se divide en coplas, después de cada una de las cuales se repite un mismo estribillo. En nuestra parroquia, como tradición centenaria, según los más mayores, ésta es la letra:
GOZOS DE SAN SEBASTIÁN
En multitud de lugares se cantan a San Sebastián los llamados "gozos", tan variados como los sitios donde se cantan. Los gozos son una composición poética en loor de la Virgen o de los santos, que se divide en coplas, después de cada una de las cuales se repite un mismo estribillo. En nuestra parroquia, como tradición centenaria, según los más mayores, ésta es la letra:
Pues
eres tan poderoso
en presencia del Señor,
oye Sebastián glorioso
al que pide tu favor.
1
Bajo
el militar vestido
de
una corte terrenal
sirves
al Rey celestial
con ánimo decidido.
En tu pecho va escondido
tesoro de santo amor.
Oye
Sebastián glorioso
al
que pide tu favor.
|
2
Al
cristiano visitabas,
que
en las cárceles gemía.
Tu
mano lo socorría,
sus
lágrimas enjugabas.
Con
caridad alentabas
su
combativo valor.
Oye
Sebastián glorioso
al
que pide tu favor.
|
3
Tus
palabras y razones
tal
fortaleza tuvieron
que
a todos ellos vencieron,
ganando
sus corazones,
y
bravos como leones
murieron
por el Señor.
Oye
Sebastián glorioso
al
que pide tu favor.
|
4
Este
pueblo confiado
pide
a Dios de tu bondad
lo
libre de todo mal,
del
terror y del pecado.
Danos
salud y el preciado
don
de tu grande valor.
Oye
Sebastián glorioso
al
que pide tu favor.
|
Escuche la melodía
ORACIÓN LITÚRGICA
Te rogamos, Señor, nos concedas el
espíritu de fortaleza, para que, alentados por el ejemplo glorioso de tu mártir
San Sebastián, aprendamos a someternos a ti antes que a los hombres.
Por nuestro Señor Jesucristo.